El Primer "MegaFanzine" - 1993

lunes, 15 de marzo de 2021

Tras la publicación del número tres de “Grandes Superhéroes Cartageneros” se produce una pausa en la cadencia de las publicaciones. El equipo de FireStar había lanzado nada menos que diecisiete publicaciones de cómic independiente entre los años 1985 y 1990. Contando con medios limitados, pero propulsados usando una mezcla de motivación, ilusión y trabajo como combustible, consiguieron llevar a buen puerto todos los proyectos que hasta el momento se habían puesto encima de la mesa.

Los adolescentes que eran cuando empezaron ya habían pasado la veintena en el inicio de la última década del siglo XX. Estos empezaron a tener obligaciones propias de una edad más adulta, por lo consiguiente, el tiempo que podían dedicar a dibujar o a las tareas relacionadas con la revista se redujo drásticamente. 

Portada del primer MegaFanzine de FireStar Comics


Desde que el equipo de FireStar Comics siguiera con su singladura en solitario después de que la llama del Colectivo del Cómic de Cartagena se extinguiera definitivamente, otros dibujantes habían empezado a incorporarse a las páginas de FireStar Comics, dándole más diversidad y riqueza a los contenidos. Salvador Zamora del fanzine ESRA, Prudencio Quiles, Jaime Saborido o Maribel entre otros, habían publicado en El Weleslee y en GSC. Por primera vez se empezó a pensar en publicar dos fanzines por separado. Por una parte, el fanzine FireStar aglutinaría historietas de diversos temas y autores, pasando así a ser una plataforma de oportunidades para nuevos talentos y a la vez permitiendo publicar trabajos de contenido libre a los autores ya existentes. Por otra parte, el equipo no estaba dispuesto a abandonar el proyecto de Grandes Superhéroes Cartageneros. Después del éxito obtenido y el nivel alcanzado con los tres primeros números hubiera sido injusto para ellos y para los lectores no continuar en esa línea. Se pusieron manos a la obra partiendo de la idea de las dos publicaciones, pero el tiempo, que no espera a nadie, empezó a correr. 

A lo largo de aquellos cinco años y diecisiete publicaciones la calidad de los fanzines había mejorado muchísimo, desde aquellas fotocopias saturadas en blanco y negro pasaron a la nitidez de la imprenta. Las portadas empezaron a imprimirse en dos colores y en papel de más calidad en los tres números de El Weleslee, finalmente y como colofón, las cubiertas de ”Grandes Superhéroes Cartageneros” se publicaron a todo color. FireStar comics había puesto su propio listón bastante alto, con lo que la siguiente publicación, como no podía ser de otro modo, debía estar a la altura como mínimo o superarse en calidad con respecto a las anteriores.

Fangel empezó a trabajar como diseñador gráfico, primero en una imprenta de Murcia y más tarde en una agencia de publicidad en Cartagena. El no solo aporta creatividad y talento con sus historietas, también es el editor y maquetador de las revistas. El hecho de que en aquel momento se convirtiera en el magnífico profesional que sigue siendo hoy en dia, fue realmente determinante para terminar de dar el salto cualitativo, pero mantenerse en aquella línea iba a ser más duro de lo que creían. 

A diferencia de las últimas series de publicaciones donde casi había fechas de entrega auto impuestas para asegurar la continuidad de El Welselee y los GSC, esta vez el grupo había relajado el ritmo de las publicaciones confiando que la misma inercia les llevaría a publicar un nuevo ejemplar más temprano que tarde. En ocasiones anteriores, la fecha de lanzamiento estaba prácticamente programada y el material se tenía a tiempo casi sin problemas. Esta vez no había fecha. Aquella ocasión sería prácticamente la primera de todas las siguientes en las que para publicar un FireStar tendrían que esperar a que la luz del semáforo cambiara a verde, o ponerla ellos. Aquella vez el semáforo había estado en rojo poco más o menos que tres años.

Para el mes de Septiembre de 1993 el material para FireStar y GSC estaba listo para salir. Tenían portadas, editoriales, textos, historietas y los anunciantes. Los números de El Weleslee ya habían empezado a incluir publicidad de comercios locales de Cartagena. Las subvenciones ya eran parte del pasado y la cruda realidad era que, si se pretendía a menos mantener el anteriormente citado nivel de calidad había que cubrir el costo correspondiente. Con muy pocas opciones disponibles, se decidió entonces juntar todo el material en un solo ejemplar con una portada a color y una calidad que mirara directamente a los los ojos a las publicaciones profesionales. Fue un “ahora o nunca” forzoso en donde la cuarta entrega de “Grandes Superhéroes Cartageneros” debía ser asimilada por su Fanzine hermano mayor si no quería quedarse en tierra por un tiempo por aquel entonces incierto.

En Octubre de 1993 se FireStar Comics publicó el primer “MegaFanzine”. Este, más conocido entre los componentes de FireStar como “El de la Portada del Ogro”. Este ejemplar condensa, como hemos dicho, todo el material en el que el equipo había estado trabajando durante los casi tres últimos años. La portada es una ilustración de Santi Pagán magistralmente coloreada por Fangel usando acrílicos. La cubierta hace alusión a una de las historias del interior, la del “Capitán FireStar” en el instante que está luchando con un amenazador ogro de ojos luminiscentes.

El número lo abre una historieta corta de Fangel, donde una nave espacial llamada “El Semillero” despega desde un templo situado en un entorno de tintes post apocalípticos para literalmente “sembrar” la superficie del planeta con números de la Revista FireStar Comics. Tras el sumario, la editorial y unos comentarios, encontramos un artículo dedicado a una de las películas del momento: Jurassic Park, que comparte página con una tira de humor del genial Sanchito.

Comic de Fangel "El Semillero": La astronave "Siembra" la superficie del planeta de Comics de FireStar.

Pencho Hernandez, nos cuenta e ilustra “El Caso de Oliver Riss”, realizada en 1990 pero que como otras cuantas, ven la luz en este número. La historia es un auténtico “Thriller” de novela negra que a lo largo de las ocho páginas concluye en un final impactante. “San Jorge” es el título del trabajo de Prudencio Quiles para este ejemplar. Una interpretación de la leyenda del mismo nombre donde no podía faltar el dragón como elemento central y condicionante de la trama. Una vez más, la acción transcurre en una ficción post nuclear que tanta flexibilidad y posibilidades regaló a todo el mundo del cómic en los años ochenta.

"El Caso de Oliver Riss" de Pencho Hernandez

El Universo FireStar

Con este Megafanzine, ya eran dieciocho revistas llenas de historias, dibujos, personajes, anécdotas y situaciones de todo tipo. Algunos personajes incluso repetían, como “Paco el enterrador”, “Detritus” o “El Ricky”. La denominación propia del fanzine “FireStar”, dio a su vez nombre al comandante de la astronave “Tempus Fugit”, que por otra parte y como hemos adivinado, es el artífice de la creación de los Grandes Superhéroes Cartageneros. En la serie, el personaje de FireStar aparece ya al mando de la astronave que se mueve a sus anchas por el espacio-tiempo e interviene en el destino algunos de los personajes de las historias del mundo de FireStar Comics. ¿Por qué no dibujar una precuela para dar un poco de luz al origen de este individuo? Santi Pagan la realizó entre los años 1989 y 1990, aunque no vería la luz hasta 1993 publicada en este primer “Megafanzine.

Viñeta de "San Jorge" de Prudencio Quiles

El “Capitán FireStar”, pilotando su astronave monoplaza, atraviesa la atmósfera terrestre envuelto en una gran bola de fuego y aterriza accidentalmente en algún punto de las heladas tierras del norte durante la época de los “Años Oscuros” anteriores a la Edad Media. No se desvela la procedencia del personaje, sólo se menciona que es de alguna “Tierra” a la cual afirma que volverá de una forma u otra llegado el momento. El mismo ya se identifica al comienzo de la historia como “Capitán FireStar” pidiendo auxilio por radio antes de entrar en la atmósfera. Adicionalmente, la tribu de guerreros del norte que lo rescata asegura que este llegó del cielo procedente del fuego de una estrella, con lo cual se nombre de “FireStar” se consolida como el más apropiado para este personaje. La aventura transcurre a través de ocho páginas donde el personaje viaja hasta unas minas mineral radioactivo que utilizará como combustible para emprender su viaje de vuelta rumbo a su hogar. Como en todos los universos de editoriales o sagas cinematográficas, en el de FireStar empiezan a crearse conexiones y definirse líneas temporales. Al final del relato, la astronave de FireStar vaga a la deriva por el espacio hasta divisar la super astronave “Tempus-Fugit”, descubriendo de esa forma la relación del personaje con la nave que aparece en el inicio de las aventuras del “Señor Sentencia” en GSC. 

Pagina de "FireStar: El Origen de una Leyenda" de Santi Pagán"

Otro personaje de este “Universo FireStar” que regresó a las páginas de este “MegaFanzine” fue nada más y nada menos que “El Ricky”. La primera vez que este personaje interviene es en la historia “La Broma”, publicada en el número tres de “El Weleslee” donde este actúa como “cebo” para conducir una maniobra coordinada entre los miembros de la pandilla con el fin de dar un “inocente susto” al amigo Pepe, hecho que ya describimos con anterioridad cuadro tratamos la etapa de “El Weleslee”. Fangel narra extraordinariamente sus divertidas situaciones, casi gamberradas, dependiendo del ángulo de visión. Al pie de la página ocho de esta revista hay una breve reseña de quién es realmente el personaje de “El Ricky”.

Fragmento de " La Fuerza del Peo" una historia del "El Ricky" por Fangel. 

“El Ricky” de FireStar Comics es un personaje de una pandilla de amigos de barrio con los que comparte peripecias. Es tremendamente ingenioso, imaginativo y muchas veces imprevisible. “El Ricky” en realidad es de carne y hueso, un amigo muy querido de nuestro, ya viejo, circulo de amigos de los "de toda la vida" de aquellos años ochenta. Las “Historias del Ricky” son en su mayoría anécdotas y vivencias reales, muchas veces un poco exageradas en ciertos aspectos (o no) para salpicar de humor los relatos.

De Izquierda a derecha: Pencho Hernadez, Antonio Requena "El Ricky", Santi Pagán y Fangel

Otros personajes ya tratados anteriormente como “Detritus”, “Paco el Enterrador” o los extraterrestres “XM” entre otros, empezaron a ser personajes habituales del Universo FireStar yendo y viniendo a lo largo y ancho de las páginas de los cómics de Firestar que para aquel entonces ya empezaba a tener un recorrido considerable para una publicación amateur e independiente. 

Para aquella ocasión, pedimos a nuestro querido amigo y “tebeologo” Joaquin Alcaraz que nos escribiera un artículo para incluirlo en la publicación. Hemos decidido rescatarlo íntegro para cerrar este capítulo: 

“Breve artículo escrito muy en serio al que no se muy bien que titulo ponerle”

“Al principio me parecieron incombustibles, pero después de haberlos soportado varios años me he instalado en la convicción de que son incombustibles. Guerreros urbanitas defendiendo de vientos y mareas su Atalaya. Auténticos “tebeosteitor” inasequibles al desaliento, no han sucumbido a los embites de la subvención denegada o de la editorial esquiva, y siempre -ojo, siempre- que se lo han propuesto han encontrado cuarto y mitad de imprenta para hacer llegar al resto del personal las páginas en las que vierten de forma icónico-narrativa los dictados de su imaginación y de los demonios que llevan dentro.

Por si aún no ha conectado, le diré que estoy hablando del clan Fire Star. Clan, colectivo, grupo, plataforma, o lo que sea. Constancia, entusiasmo, autonomía, confianza ..., o quizá sea más simple. A lo mejor siguen en la brecha simplemente porque se lo pasan bien. O porque creen que tienen cosas que decir, o tal vez porque cuando ellos lo dejan nadie coge el relevo y el vacío les preocupa. Lo cierto es que el colectivo, como el Guadiana o como el Ave Fénix, nunca desaparece del todo, nunca muere del todo.

Pero es que además, los puñeteros, no se limitan, como haría cualquier colectivo-de-buena-familia, a sacar su publicación y punto. No señor, que tienen el descaro y la osadía de multiplicar fórmulas editoriales: Fire Star, Weleslee, Superhéroes Cartageneros..., además de haber sido parte principal del Colectivo para el Estudio y Realización del Cómic en Cartagena y de su órgano (con perdón) de difusión Enepei (con perdón)- Hoy amenazan con volver e inundar los quioscos de esta, ya de por sí maltratada, ciudad nuestra con un nuevo Fire Star. Y yo desde aquí hago una llamada a la solidaridad ciudadana, para crear una plataforma cívica que actúe contundentemente para obligar -con medios lícitos y legales, eso sí,- a estos muchachos a publicar más regularmente y no tenernos tanto tiempo esperando. !Es que es para cabrearse, leñe...! 
 - Joaquin Alcaraz -"

Al pasar la página 36, donde concluye la historia “San Jorge” de Prudencio Quiles, el lector se da de bruces con la modesta portada de la cuarta entrega de “Grandes Superhéroes Cartageneros, de la que ya hemos tratado en el apartado correspondiente a los GSC.

- Santiago Pagán, FireStar Cómics

Para leer el MegaFanzine haz click en la portada: